Lilo lo tiene todo para ser feliz. TODO. Bueno, casi. Hay algo que se le resiste: cantar delante de un público.
En una lucha constante con ella misma, Lilo busca la manera de conseguir su objetivo. La acompañaremos a descubrir su miedo y la herida que se esconde tras él: la relación que tiene con su padre.
Se trata de una comedia un pelín trágica que pone sobre la mesa las falsas creencias sobre el amor propio y las consecuencias de perder la conexión con uno mismo a favor de los demás. Pero también pone en cuestión la sobreinformación, el falso positivismo y el pensamiento naif.