Gurutze Beitia y Gorka Aguinagalde se han subido juntos al escenario tantas veces que la química que existe entre ambos se percibe en el patio de butacas y surge la carcajada. Una cómica y un cómico con mucha, mucha química.
Guru y Gorka llevan quedando en el mismo parque, en el mismo banco desde hace dos décadas. En ese banco cada cual habla de sus cosas, de lo que conocen, de lo que ven, de lo que intuyen, de lo que se comenta, de lo que saben, incluso de lo que no tienen ni idea… Pero hablan, hablan mucho y llegan a algunas conclusiones.
Ríanse, tóquense, abrácense, bésense, ámense… Y vivan, ¡Vivan! Que la vida pasa volando. ¡Échenle huevos!... Pero revueltos.