Malditos Tacones, texto palpitante de Ignacio Amestoy. Nos habla de dos mujeres que se enfrentan con el poder en sus manos. Buscan la verdad y encuentran la gran mentira. Dos supervivientes de hoy, que buscan el oxígeno imprescindible para recuperar una dignidad perdida.
Sobre ellas, la sombra de un gigante, un cruel Agamenón cualquiera. La herencia de un poder corrupto con identidad de sexo como arma de sometimiento.
Dos vidas, dos éticas opuestas en una sociedad no diseñada para ellas. La gran Victoria Burton, matriarca de la saga de los Burton. Y María García, brillante abogada hecha a sí misma.
Someter es domesticar. Se consigue cercando, aislando, limitando el movimiento. El encierro en las jaulas. La mujer siente en su carne los alambres que le cortan el aire. Una estrategia violenta. Y si el movimiento duele, la estrategia es más eficaz.